Los cambios que sentimos durante el embarazo tales como fatiga, dificultad para respirar o las náuseas hacen que sea súper difícil mantener una rutina de ejercicio durante los meses de embarazo.
POSTURAS DE YOGA QUE DEBES EVITAR DURANTE EL EMBARAZO
- Torsiones profundas: este tipo de torsión puede comprimir los vasos sanguíneos y los nervios que conectan con el útero.
- Giros profundos: esto puede también disminuir la circulación.
- Acostada sobre tu espalda: una vez que llegas al segundo trimestre, evita recostarte sobre tu espalda durante largos períodos de tiempo. El aumento de peso de tu útero interfiere con el flujo de sangre y nutrientes a tu bebé. También puedes agravar el dolor de la espalda baja, puede provocar acidez estomacal y elevar la presión arterial. Es mejor utilizar bloque y siempre que sea posible encontrar maneras de estirar los músculos.
- Posturas que trabajan tus abdominales: tu vientre está expadiéndose, por lo que necesits para sostener el peso extra, utilizar tus oblicuos también. Un oblicuo demasiado fuerte puede separar los músculos abdominales, causando una condición conocida como diástasis.
- Torsiones de espalda: si ya has practicado Yoga con anterioridad no hay problema de que sigas haciéndolos pero cuidado, si eres novata puede que tu espalda no esté muy flexible. Si estiras demasiado podrías tener riesgo de diastasis también.
- Bikram yoga: ni lo sueñes. Evita el riesgo de deshidratarte y deja el Bikram si quieres para después del embarazo. Ten siempre a mano una botella de agua reutilizable para irte refrescando durante los 60 o 90 minutos que dure tu clase de Yoga.
- Hacer más de lo que debes: durante el embarazo no tienes por qué demostrar al mundo que puedes seguir el mismo ritmo que antes. La meta del yoga durante el embarazo es mantener la flexibilidad, aliviar dolores como dolor lumbar y reducir el estrés y la ansiedad. Tómatelo con calma durante estas 40 semanas y no dudes en descansar durante la clase